martes, 29 de enero de 2008

Guerra eterna

He aquí una historia que hace tiempo que quería escribir. No sé si se entenderá, pero la idea siempre me ha gustado y hoy me he decidido a escribirla.

Soy del mar un fugitivo,
marinero de agua dulce
enrolado en un navío
que a la sal me llevará.

Soy de las olas furiosas
el trueno concebido.
Falso hijo del mar,
con miedo a morir ahogado.


Soy de la cala el frío,
de la arena el delirio,
del silencio el portador,

Soy el mesías prometido,
caminante sin camino,
adorando a un falso Dios.

...


Soy del abismo la caida,
del paisaje inmortal
la torre erigida
que no me permite escapar.

Soy de esta guerra
la esperanza perdida.
El injusto castigo,
de la dama encerrada.

Soy la danza de tu espada
de tu ira la razón.
Confinada sin motivo,
ansio mi ejecución.

...

Soy tu desesperación,
el viento inexistente
que no conduce tu destino.

Soy la calma chicha,
el navío a la intemperie.
Soy la ira contenida
de tu guerra parada.


Soy quién no mueve tu flota,
quién riendo se relaja.
Con velas desinchadas
no alcanzarás la cala.

...

Somos la ira del hombre,
la esperanza de la mujer.
Soy la naturaleza,
burda y a veces cruel,
que os deja bien claro,
que sin mi...
nunca os podreís ver.

Rafael Reina