jueves, 27 de septiembre de 2007

Oda por un amigo

Cercano al otoño cayó sobre él la triste noticia,
del renacimiento de las cenizas del niño que fue.
Cual perfume embriagador le llama el silencio, el llanto
de las rosas marchitas que brillaron ayer.

Y los amigos le envuelven, le arropan con sus brazos
compartiendo el dolor, tatuado a fuego en su piel.
Cual golondrinas que cada año regresan a su nido
volverá el recuerdo cada día, sin abandonar nunca su ser.

Mas el tiempo pasará, y del amor nacerá un hombre,
que derecho en sus quehaceres se repondrá del dolor,
Y cuando en soledad se ahogue pensado que la olvidará
casi sentirá los besos que en la infancia ella le dio.

Rafael Reina


Perdón

Alimenta mi boca con esos labios pasionales,
que al mirar atrás iniciraré la huida.
Alimenta mi alma con mil caricias escondidas,
pero no olvides que pronto deberás olvidarme.

Bebe de mis labios la dulce miel que los puebla
que tras mi partida no quedará nada.
Bebe de mis ojos las oscuras pupilas pintadas
pero al marchar de tu alcoba, que mi recuerdo muera.

Dejando entre llantos a quién tanto amé
al alba vespertina con su silenciosa calma
con mis cosas y recuerdos marcharé.


Dejando moribunda a mi alma sucia y apenada.
¡Que cínica partida para quien me hizo renacer
quedando por villano hasta en mi propia casa!

Rafael Reina

Indiferencia

Un grito de desolación araña mi piel
hiriendo un cuerpo con corazón hielo.
Que mi boli sigue rasgando el papel
escribiendo letras curvadas
grabadas a fuego en mi ser.
Que ahora vuelve a llover,
caen bolas de muerte desde el cielo
porque sin un cambio la esperanza no puede crecer.
Aquí sigo quejándome entre lineas blancas
enfadado conmigo mismo porque
la inspiración no me acompaña.
Y entre las palabras escritas en papel
mi madre me llama a cenar,
que cuando acabes ya seguirás.
Y mientras una bomba vuelve a explotar
llevandose tantas vidas que no volverán.

Rafael Reina

Inspiración, dulce esencia

De la mente al papel, sin intermediarios:


¿Que aflije tu alma en pena en esta estación de muros fríos?
¿Acaso fue un juego perdido? el juego del amor y el desengaño:
los unos rien y otros viven llorando.
¡Llora! sin prisa por acallar tu llanto
que tu alma olvide lo que te aflije tanto
¡llora! y no mires a los lados
donde este loco espera paciente al tren que se anda acercando.


Rafael Reina
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La palabra que jamás fue escrita, la rosa negra pero no marchita.
El alma que este cuerpo habita, la esperanza que en tu cama dormita.
Una locura, una sinrazón una duda y de nuevo la verdad que se oculta.
Los juguetes rotos de un niño abandonado, la sombra que no se separa de tu lado
El amigo que te da la mano, quien cada día guia tus pasos.
Es mi mundo alocado, es mi vida y fue mi pasado y al final...inspiración, dulce esencia.


Ëges

Saber

Sé que la luz de tu vela se ha cansado de brillar,
pálida y cansada...ante el viento se estremece
sintiendo que pronto se apagará.

Sé que piensas que la vida es un baile en el que te colaste,
que andas temeroso mirando hacia los lados
pensado que pronto alguien llegará para echarte.
Lo sé porque hubo un tiempo en que yo me sentía igual

Sé que existe un mundo más allá de las estrellas,
deshabitado desde tiempos inmemoriales que,
escondido a estos ojos, nuestra llegada espera.

Sé que si se oberva desde un barco el mar es bravío,
sentado junto a la orilla del mismo, sin embargo,
me emociono al ver las calmadas aguas y sonrío.
Lo sé porque hubo un tiempo en que yo me sentía igual

Sé que algunas veces te sientes fuerte pero otras no,
que las unas te mueves como hoja que lleva el viento
y otras todo lo dominas con el poder del mismo Dios

Sé que has sido el abrazo que se da y el que se recibe,
cuantas veces estando los dos solos...mis ojos llorosos...
te acercaste a mi oido y me dijiste:"levantate y sigue".
Lo sé porque hubo un tiempo en que yo me sentía igual

Sé tantísimas cosas de ti como tu sabes de mi,
que lloras a escondidas aunque delante nuestro intentas sonreír.
Y sabes que no miento porque tú lo viste como yo,
lágrimas veladas en los ojos, una sonrisa y tristeza en el corazón.

Mas sé una última cosa que no debes olvidar jamás:
sé que la tristeza nos dejará en algun momento,
que todo ese dolor que ahora sientes marchará,
lo sé porque ahora mismo...es así como me siento.

Rafael Reina

Poesía

Cuantas veces escribí poesía, cuantas veces mis dedos volaron pegados a un teclado para expresar lo que mi extraña alma sufría. Mas hoy me preguntas...¿qué es poesía? y de ideas queda mi cabeza vacía, ni siquiera quedan las locuras de un cuerdo que siempre pensó que erró a acudir al encuentro de una luz que se veía a lo lejos.Y conozco la razón: camino mirando mis pies pero con la cabeza levantada, pensando en mi vida y sonriendo cada mañana. Y sé que no os ha de importar si a escondidas sonrio o lloro, pero esto es lo que pienso cuando a la noche imploro y le digo con letanía que al fin sé lo que es la poesía. Tristeza, odio, desamor, injusticia, decepción. Decenas o quizá cientos de palabras de sentido pesimista que se enfrentan al ser humano hasta que, si se deja, lo conquistan. Y la poesía es un arma, una de esas afilada y mortífea, aquella que corta la tersa piel de la maldad para convertirse en arte, para alcanzar la insondable verdad: la vida es dura, la vida es complicada, pero imposible de vencer no hay nada, si junto a nosotros un boli y un papel nos acompañan.

Rafael Reina

Un mundo apartado

Lúgubre y abandonado, sentado sobre un silón de piel
deambulan por su cabeza recuerdos de un oscuro pasado.
Su mirada vacia esta fija en una chimenea con restos de poemas
que las llamas consumen con ansia homicida.

Nadie avivó el fuego de aquellas piernas de mujer
que en su memoria quedan como un placer olvidado.
Afuera la noche es blanca como alma que vaga solitaria
entre una manada de lobos que anhela la eternidad...

Escalofriantes aullidos ignorados por la Luna llena
que se cuela velada entre las cortinas de la ventana
quedando difuminada en la habitación...

donde una copa rota se tambalea sobre la mesa carcomida
derramando el vino de una decepción reiterada
que tantas veces conoció en su corta vida.

Observa con letanía y melancolía escondida
los campos yermos que en su mente siguen poblados de árboles.
Jamás escondió sus lágrimas, ¿para qué?...no espera a nadie
y es que nadie ha de venir...

Rafael Reina

El poder de un Dios

Mírame, aquí sentado en la posada de mi habitación
pensado a cada instante en lo que pudo ser y no fue,
y una y otra vez me digo: "Ay señor, que hice yo,
para que en la tristeza de la soledad no me ame ninguna mujer".

Mírala, ambos sabemos que posee la llave de la felicidad,
que una palabra suya me devolvería a una realidad
que, aun manchada de negras sombras,
esta iluminada como el faro alumbra al mar.

Y tal vez sea ella la que me sacará de esta decepción
en la que vivo sumido desde que tengo uso de razón.
Por ella le pediria a la luna que acabe con el Sol
y disfrutaria de la noche eterna abrazado en su colchón.

Míralo, como se rie de mi, malnacido amor,
burdo y cruel como solo un dios podria serlo;
lascivo y a la vez tan inocente
se entremezcla entre nosotros confundiendose en la noche.

Pero ahora...

ahora que una vieja esperanza perdí,
ahora que me siento herido de gravedad
he perdido en la niebla las ganas de reír,

no temo a la muerte ni temo a la edad,
tan solo temo, cuando llegue nuestro fin,
que tu estés sola y yo, viva en soledad.

Rafael Reina

Amor

Saberme hipnotizado por el fluir de tus palabras
sentir que me amas a través de una mirada
y volar, volar sobre los mares con alas blancas
que pena, ¿verdad? saber que no me amas

Eres sabiduria contenida, la locura hallada
una calle vacia adornada de guirnaldas
y andar, andar solo por calles olvidadas
que pena, ¿verdad? creer que no me amas

Ojos negros de blanca escarcha
pelo largo como del olmo la larga rama
y amor, amor contenido en una dama
que pena, ¿verdad? pensar que no me amas

Flor crecida entre las espinosas zarzas
luz mortecina en la noche negra apagada
y aullar, aullar a la luna siquiera rozada
que pena, ¿verdad? ¿y si tu me amaras?

Rafael Reina