
Hoy la vi colgada del cielo, tendida en la oscuridad de una noche sin luz. La vi y no pude resistir el embrujo animal que de mi se apodera en su presencia. La hermosura de su tez clara y brillante, los dulces rasgos de un marcado espíritu. Miles de noches ha contemplado antes que yo y tras de mi otras mil conocerá,. Pero siempre anda expectante, como la silenciosa espectadora de este lobo salvaje, indomable...pero dulce.
Rafael Reina