Algunas imágenes dicen más que mil palabras y, aunque este que os escribe no teme a los textos largos, no será hoy el día en que me extienda.
Solo diré que el mundo pasa, nos rodea con sus brazos, nos acaricia con las manos y finalmente nos roza con la yema de los dedos. Pero al final escapa sin que nadie lo pueda parar. Excepto una cámara, con un fotógrafo detrás que pretende captar las ironías de este mundo.
Llámenlo mirada subjetiva o como deseen, pero veánlo en su fotolog.Solo diré que el mundo pasa, nos rodea con sus brazos, nos acaricia con las manos y finalmente nos roza con la yema de los dedos. Pero al final escapa sin que nadie lo pueda parar. Excepto una cámara, con un fotógrafo detrás que pretende captar las ironías de este mundo.
Rafael Reina