
Solo diré que el mundo pasa, nos rodea con sus brazos, nos acaricia con las manos y finalmente nos roza con la yema de los dedos. Pero al final escapa sin que nadie lo pueda parar. Excepto una cámara, con un fotógrafo detrás que pretende captar las ironías de este mundo.
Rafael Reina
2 comentarios:
A veces, una imagen calla las palabras. Pero no arregla el mundo.
Me temo que el mundo ya no lo arregla nadie.
Bienvenid@ a mi blog.
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