jueves, 26 de junio de 2008

De aquél viaje...

...quedaron los besos, los abrazos robados,
los labios, los ojos, las lenguas, las manos.
La lucha de mi sístole y mi diástole por alcanzar
el ritmo taquicárdico de tu corazón agitado.
Quedó tu sonrisa, quedó tu mirada, quedaron suspiros...
y un colmillo hiriente en la comisura de tus labios.
Quedaron juegos, mentiras, palabras...
los cuentos, las letras, los halagos;
los sudores, el olor de tu piel, las miradas furtivas,
quedaron los ojos marrones, las caricias veladas,
la voz dulce y tranquila de Ismael Serrano.
Quedaron mil sueños, mil esperanzas...
y una poesía escrita en papel.

Rafael Reina

1 comentario:

Anónimo dijo...

es precioso...

sencillo, tal cual...

pero suena genial...

:)